La finca Montealegre es "muy diferente a todas las demás", entrevista a su directora Chata del Águila

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La finca Montealegre', situada en la localidad toledana de Villatobas, está abierta a todas aquellas personas que busquen un lugar especial y totalmente diferente a todo lo que están acostumbrados a ver para realizar sus eventos especiales o empresariales. Desde hace años, Montealegre es una finca de labor que se ha dedicado al cultivo de cereales, al ganado y la caza pero que ahora, aún con sus propietarios viviendo en ella, está destinada a eventos de todo tipo, desde empresariales como incentivos, presentaciones de producto o eventos de motor, hasta familiares, pasando por las bodas, comuniones, bautizos, aniversarios, etcétera. 

Lo que diferencia a Montealegre es su carácter familiar y tradicional, "muy diferentes a las fincas que hay por todas partes y a las que se abren cada día", comenta su directora, Chata del Águila, quien explica que esta nueva vida que se le ha dado a la finca se realizó "para tener otra parta donde sustentar la economía familiar en el caso de que hubiera un mal año agrícola, para apoyar una empresa en otra". 

Pregunta: ¿Cómo fue la creación de la Finca Montealegre, como un lugar de eventos?

Respuesta: Fue un proceso sencillo que apenas se notó. Hacía unos años que el mejor arquitecto de quinterías manchegas, Andrés Rebuelta, nos había hecho una casa maravillosa y enorme, con todos los detalles de las casas manchegas y todavía teníamos parte sin terminar. Por tanto, adecué estas partes a lo que yo consideraba que era un centro empresarial, añadiendo un enorme pajar que convertí en una sala de conferencias o sala plenaria, con una capacidad de 200 personas y dotada de las últimas tecnologías.  La enorme carpa vino después…

P: ¿Qué cosas buenas ha traído ese cambio?

R: Trajo que unos años después de su inauguración se empezó a conocer y a hablar de esta zona, sobre todo de Villatobas y Ocaña. Los españoles tienen la idea de que La Mancha es una planicie solo con viñas y algunas encinas. Recuerdo cuando alguna agencia sugería a una empresa venir a Montealegre para celebrar un evento, siempre solían decir que aquí no había ni una sombra y les costaba venir. Tuvimos un evento de unos laboratorios, que decidieron traer a sus 600 empleados a Montealegre.  Entre esos ellos se encontraban dos chicas que se habían casado aquí. Me dijeron que todos murmuraban “Que faena, nos llevan a un secarral de La Mancha" y que ellas se reían y pensaban “Ya verás cuando lleguen a Montealegre…” Y así fue.

Siempre ocurría lo mismo. Cuando los empresarios que venían a remolque, llegaban y veían el enorme bosque de encinas, nogales, chopos, álamos y pináceas, que conforman la finca, se quedaban con la boca abierta. Luego venían las actividades, muchas de ellas exclusivas de la finca y, para terminar, cuando probaban las típicas comidas manchegas que nosotros mismos elaboramos, siempre pedían “Volver a la finca de Villabotobas.” 

P: ¿Qué servicios ofrecéis?

R: Menos alojamiento, todo lo demás. Estoy sola al frente del negocio y nunca me he atrevido con este tema. Lo que hago es tener conciertos con los hoteles de la zona, por si se celebran eventos de más de un día y tienen que quedarse a dormir. Lo demás, todo. Para la empresas tenemos desayunos con dulces de los pueblos de alrededor, reuniones en la sala de conferencias o sala plenaria, el circuito 4 x 4 que es uno de los mejores de España, la finca entera para múltiples actividades, aperitivos, las comidas, meriendas y cenas y la piscina en los meses de calor con barbacoas de hasta 250 personas. Para las comuniones toda la finca para los niños, con la granja y el parque infantil de mis nietos. Se vuelven locos con tanta extensión para un niño solo. Para las bodas, siete lugares diferentes para las ceremonias civiles, cinco patios y jardines para los cócteles, cuatro para los banquetes y para el baile y la barra libre, una carpa que construimos para dar servicio a tantas parejas que estaban pidiendo sitios personalizados y que es de las mejores de España, con una cabida de 600 personas y espectacular. También se usa para comidas de empresa y otros eventos.  

P: ¿Con qué eventos disfrutáis más?

R: Personalmente, disfruto más con las bodas. Llevo 13 años atendiendo a las pareja, me llaman “mamá Chata” y con eso creo que queda todo explicado. 

P: ¿Cuál es vuestro punto fuerte?

R: La comida, sin duda alguna. Es tradicional rescatada de los libros del Quijote y de las recetas familiares, que yo he adecuado a nuestros días. La calidad y la enorme cantidad de comida es lo que atrae más a los clientes. 

P: ¿Qué diferencia a la finca Montealegre del resto? ¿Por qué hay que elegirla?

R: Porque a diferencia de otras fincas en las que no vive nadie y son los comerciales los que las llevan, aquí estoy yo, que soy la que trato con los clientes, empresas, parejas de novios, etc. y la que me ocupo de los eventos y las bodas desde el principio hasta su finalización. 

Además, aquí no hay límites de hora. Todos los clientes pueden llegar a la hora que quieran e irse a la que les apetezca. Esto es muy importante porque no se ven presionados. Para terminar, porque les hago ver que están en su casa. En un evento de empresa, si no caben en el comedor, o llueve, les cedo la carpa sin coste alguno para que el evento salga adelante, si necesitan alguna o, algunas salas más para reuniones, les cedo mi propia casa y, referente a las parejas de novios, he tenido casos de hacer de psicóloga, cuando ha habido grandes disgustos y rupturas, antes o después de la boda. Siempre recibo a una novia que acaba de cancelar la boda, a una pareja que tiene problemas y “lloramos juntas”. 

P: En todo el tiempo y, sobre todo, con una actividad tan diversa, ¿hay alguna anécdota que se pueda contar?

R: De empresas, la cara de asombro de la directora de una importante empresa, cuando me acerqué a ella y la pregunté ¿Tienen hambre, porque acaban ustedes de desayunar? ¿Quiere que retrasemos la comida una o dos horas? Me contesto ¿Se puede?  Le dije que, por supuesto y así se hizo. Se habían perdido y llegaron muy tarde y creí que era imposible que tuvieran hambre. Me contó que era impensable poder hace semejante cosa en cualquier otro lugar a donde habían ido otros años. 

En otra ocasión estaba esperando a que llegara otra gran empresa a la que tenía que enseñar a hacer quesos, chorizos, pan y migas. Estaba con mis zuecos de plástico , mi delantal y un pañuelo a la cabeza. La verdad es que parecía una pastora. Estaba en la puerta de mi cocinona a donde suelo hacer este tipo de cosas. Cuando entraban, asombrados por la belleza de la finca y por los patios por donde iban pasando, le preguntaron a uno de mis chicos, que de quien era esa finca y el chico les contestó “De esa señora que está esperándoles”. Se creían que era una broma y no se convencieron hasta que les cogí por banda, les planté los delantales y empezamos la clase. 

También tiene gracia otra anécdota. La jefa de protocolo de uno de los principales bancos del mundo me llamó con dos días de antelación para decirme que los directivos se querían reunir en un lugar muy tranquilo y alejado, para discutir los planes del banco para el siguiente año y que le parecía que hacer la actividad de los quesos y demás, les relajaría. Llegaron acompañados de sus guardaespaldas, pasaron por el patio a toda prisa, porque estaba diluviando y entraron de pronto en la cocinona donde estaba esperándoles. La verdad es que el cambio era brusco y les pilló desprevenidos. Cuándo me vieron me preguntaron "¿qué hacemos aquí?" El final es que lo pasaron de miedo, comieron un disparate, se reunieron toda la tarde en la sala de reuniones, les di de merendar y por más que llamaba la jefa de protocolo para que volvieran, no había manera de que dejaran la finca. Por fin se fueron a regañadientes y, cuando entré en la sala de reuniones, me encontré los flip charts que habían utilizado, con los planes del banco… Me quedé pasmada, cogí todas las hojas las rompí y las eche a una chimenea…

P: ¿Cuál es vuestra filosofía de trabajo?

R: Tratar a los clientes como si fueran familiares tuyos. Hacer con ellos lo mismo que si fueran tus padres, tus hermanos, tus nietos o tus hijos…

P: ¿Qué es lo que más valoráis en vuestro día a día?

R: Las noticias y comentarios tan maravillosos que nos llegan tanto a nivel de empresas, como de parejas que se han casado aquí. El otro día me entró una solicitud para un evento de 100 ingleses y ponía específicamente que la finca no estuviera a más de 30 minutos de Madrid. Cogí el teléfono y llamé a la persona que firmaba el correo, para decirle que se había equivocado de finca, pues nosotros estábamos a una hora. Me dijo “Hola Chata, yo he estado en Montealegre, conozco la finca y te conozco a ti. Sé perfectamente a cuanto está de Madrid, pero he pensado que sois el ideal para celebrar este evento en tu casa, por cómo nos tratasteis cuando estuvimos hace diez años….” 

P: ¿Qué es lo que más os importa a la hora de tratar a los clientes, y más teniendo en cuenta que tenéis clientes tan variopintos?

R: Como digo anteriormente, tratarlos como si fueran familiares. Siempre invito a comer al dueño de una empresa, o a los encargados de los eventos de una agencia, que han pensado en Montealegre para un posible evento. Si son parejas de novios, estoy con ellos cerca de tres horas, hasta que les he enseñado todo, les he desmenuzado los precios y les he enseñado fotos y vídeos de otras bodas, acompañados de un buen aperitivo si vienen por la mañana o una buena merienda, si lo hacen por la tarde.  

P: ¿Cómo afecta vuestra actividad en el municipio de Villatobas?

R: Si hubiera un hotel, puedo asegurar que lo tendrían lleno de abril a noviembre, pero no hay ninguno desgraciadamente y esto me afecta muchísimo, al tener que recomendar hoteles de pueblos más alejados de la finca. Sin embargo, claro que afecta a Villatobas, el paso de tanta gente por el pueblo, en cuanto a bares, panaderías y demás. Cuando prueban los dulces de los pueblos que les pongo de desayuno y merienda, suelen parar a comprarlos. Incluso, hay parejas que recomendado por mí, se casan en la ermita de nuestro Padre Jesus, a donde se celebran unas bodas preciosas. 

Mi consejo es animar a los emprendedores de nuestro municipio a que den el paso y creen hoteles y lugares de hospedaje. Desde la Asociación Don Quijote les pueden informar de las diferentes opciones que hay y orientarles y ayudarles en el proceso. 

P: ¿Qué relación hay entre la finca y la Asociación Comarcal Don Quijote?

R: Toda. Cuando comencé el negocio recurrí a la Asociación, ya que otorgan ayudas económicas a los proyectos que puedan desarrollar los socios. Recuerdo perfectamente el día que abrí la cuenta del banco y vi la transferencia… Casi me desmayo… que alegría… Más tarde, decidí dar servicio a las parejas de novios de los pueblos de alrededor y tenía que construir una carpa con todos los aditamentos que conlleva este tema, como aseos, cocinas y demás. Volvía recurrir a la Asociación Don Quijote que, de nuevo me ayudó. Ya como socia, la Asociación Don Quijote me otorgó en el año 2011 el galardón de Quijote del Año, lo que supuso para mí una muestra más de su incondicional apoyo.

P: ¿Qué proyectos tenéis para el nuevo curso? ¿Algún evento destacable, alguna mejora, obra o inversión...?

R: Alguna hay pero, conociendo la necesidad de otras empresas y, sobre todo, de particulares, para emprender nuevos proyectos, prefiero pasar a un segundo plano y aguantar de momento, hasta que sea realmente imprescindible. En las reuniones siempre nos leen las peticiones que hay de dinero y, la verdad, prefiero esperar…

Lo que si acabamos de hacer es cambiar la carpa de arriba abajo, dándole un aire más sencillo y adecuado a los nuevos tiempos. Ha quedado maravillosa y espero que les guste a las parejas que quedan por casar, de este año y, sobre todo a las del próximo.

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